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PROYECTOS

Limpieza ultrasónica para plantas termosolares

IK4-TEKNIKER desarrolla un sistema para la optimización del mantenimiento de colectores solares

La solución permite recuperar el 100% de la reflectividad de los colectores solares con un reducido consumo de agua y sin contacto.

El rendimiento de cualquier planta termosolar está directamente ligada a la reflectividad de los colectores solares que la componen, ya que son los dispositivos encargados de recoger la energía que se genera con el sol y convertirla en energía térmica. Para que su funcionamiento sea óptimo, es imprescindible que los espejos que integran estos sistemas estén limpios.

En este contexto, IK4-TEKNIKER ha desarrollado y patentado un sistema de limpieza ultrasónica, enfocado a grandes superficies, que optimiza el mantenimiento de los colectores solares tipo heliostato, un modelo de colector solar compuesto por uno o varios espejos que se mueven con el objetivo de seguir el movimiento del sol.

Las técnicas más habituales empleadas hasta ahora para la limpieza de estos dispositivos se basan en chorros de agua a presión y empleo de cepillos. El primer caso implica un elevado consumo de agua, frente a un bajo nivel de limpieza. A esto se suma que las partículas de polvo de tamaño inferior a la micra resultan muy difíciles de eliminar. La segunda opción consigue un alto grado de limpieza, pero al tratarse de un método de contacto, tiende a rayar la superficie del espejo, reduciendo a la larga su reflectividad de manera irreversible.

Con la tecnología desarrollada por IK4-TEKNIKER, la reflectividad del espejo recupera el 100% de su valor de fábrica, utilizando para ello un mínimo consumo de agua (600 veces inferior al sistema por chorro de agua a presión), y el contacto físico. Para ello, se ha diseñado un dispositivo ultrasónico que elimina la suciedad adherida a la superficie del espejo, mediante una operación de barrido.

A diferencia de otros procedimientos convencionales, este sistema, denominado limpieza ultrasónica sin inmersión, no requiere de una cuba en la que introducir el objeto. Se trata de una ventaja, ya que permite su aplicación en superficies de gran volumen o de movilidad limitada. Así, se consigue generar un campo de cavitación (principio activo de la limpieza ultrasónica) en una capa delgada de agua depositada sobre la extensión a limpiar.

Esta tecnología no solo permite la limpieza del vidrio, sino que posibilita aplicaciones en pavimentos, fachadas, madera, etc. Tiene, por tanto, un interesante recorrido también entre empresas de mantenimiento urbano e industrial, desarrolladoras de dispositivos de limpieza y de producción de componentes de grandes dimensiones.