VOLVER

PROYECTOS

El valor de las personas como clave de éxito

Las personas, un pilar vital para lograr los objetivos del centro

Mercedes Aja, Directora de Personas y Organización de IK4-TEKNIKER, apuesta por las personas y el incremento de la motivación y el liderazgo.

Una de las 5 líneas del plan estratégico 2020 de IK4-TEKNIKER se orienta a lograr “las mejores personas”. No es nuevo para nosotros dedicar un espacio, en la formulación estratégica, a las personas. Somos una organización intensiva en conocimiento, más si cabe que otras organizaciones y ello confiere un protagonismo muy relevante a quienes conforman el equipo de IK4-TEKNIKER. La excelencia y la competitividad como centro tecnológico reside también en las personas y, quizás, sólo en las personas.

Siendo esto así, ¿qué significa lograr las mejores personas?, ¿cómo conseguimos las mejores personas?, ¿cómo sabremos que contamos con las mejores personas?, …

Obviamente, “lograr las mejores personas” no hace referencia a la calidad humana sino al trabajo que desempeñan: dicho concepto tiene que ver con una labor bien hecha, con la mejor contribución posible al trabajo colectivo de IK4-TEKNIKER. Y eso solo se consigue mediante una combinación de varios aspectos en los que el centro volcará sus esfuerzos durante los próximos años: captación de talento, capacitación del personal, incremento de la motivación y mejora del liderazgo.

Pero obtener este resultado no es sencillo. La reactivación del mercado laboral, que ha comenzado a demandar de manera continua perfiles de alta cualificación, ha hecho que la oferta de empleo supere la disponibilidad de talento, especialmente en algunas especialidades clave del centro. Por eso IK4-TEKNIKER debe servirse de todos los elementos a su alcance para reforzar su atractivo como organización empleadora, capaz de atraer y de convencer.

Debemos ofrecer, más si cabe, a las personas actuales y futuras las oportunidades que permitan fortalecer su capacitación, técnica, de gestión, relacional y emocional. Cambian los paradigmas, las tecnologías evolucionan (algunas revolucionan), se automatizan las formas de hacer, y adaptarse significa no ya sobrevivir sino saber dar respuesta, crecer y convivir en este entorno. Estar preparados/as resultará una ventaja para salir airosos/as antes y acometer nuevos retos. Ofrecer perspectivas de futuro, en el que las personas puedan crecer profesionalmente, es decir personalmente, ya no es una opción, es una base necesaria para retener a las mejores personas. Conscientes, en todo caso, de que la inversión que realicemos en el desarrollo del talento debe servir a la empleabilidad de las personas porque la retención es una ilusión con fecha de caducidad. Atrás quedó el modelo de “trabajar en la misma empresa para toda la vida”.

No es suficiente con sobrevivir en un entorno en continua transformación y evolución, o con ser atractivos, ni siquiera con contar con gente bien capacitada, aunque no es poco. Seguro que todos/as conocemos equipos de profesionales, a priori no especialmente brillantes, que han logrado grandes éxitos con la dirección enfocada de un/a buen/a líder (y lo contrario). Entre otros, el mundo del deporte contiene muchos ejemplos de ello. Peter F. Drucker, uno de los grandes autores del management del siglo XX, decía “Tu primer y más importante trabajo como líder, es hacerte cargo de tu propia energía y luego ayudar a orquestar la energía de los que están a tu alrededor”. Lograr las mejores personas encuentra en un buen ejercicio del liderazgo uno de sus pivotes fundamentales. Trabajar la escucha, la comunicación transparente, y el feedback, nos servirá para reforzar el liderazgo y obtener la mejor contribución de las personas. Se trata de conocer lo que mueve a cada persona del equipo y de escuchar. Se trata de dar información clara y a tiempo, de ofrecer contextos en los que las personas sepan lo que se espera de su trabajo y cómo impacta en el conjunto, puedan desempeñarlo con eficiencia, aprendan de los errores y les permita modular su contribución. “Orquestar la energía de los/as que están a tu alrededor” requiere, por tanto, escuchar la música que toca cada uno/a (lo que hace y lo que le mueve), y dar feedback para permitir la apertura a nuevos sonidos e instrumentos (puntos de vista distintos), enfocando y alineando al equipo hasta que el resultado sea armónico, la sinfonía (los objetivos a lograr).

Siguiendo el símil musical, habrás escuchado cantar en alguna ocasión a algún grupo coral. Piensa cómo sería si escucharas cada voz o cuerda por separado, o a destiempo, ¿verdad que no sería lo mismo? o incluso si tomaras a cada cantante individualmente, quizás encontraras grandes solistas y también algún desafino. Cada persona debe contribuir al conjunto, responsabilizándose de ofrecer su saber hacer, y de mejorarlo. Ni todos/as solistas, ni todos/as desafinando. En la diversidad y en la complementariedad de las capacidades de las personas obtenemos el conjunto armónico. En este contexto, las mejores personas se corresponsabilizan para favorecer el resultado global, y de su participación en la sinfonía y en los aplausos se genera la ilusión, la motivación y un mayor sentido de pertenencia con la organización.

En definitiva, la línea estratégica de “las mejores personas” va a tener que conjugar con mayor énfasis los verbos, atraer, capacitar, liderar, comunicar y corresponsabilizar, en el horizonte 2020. El gerundio, y no el imperativo ni el condicional, serán los que ayudarán a IK4-TEKNIKER a conseguir sus objetivos en el horizonte de su Plan Estratégico.