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La innovación es uno de los pilares fundamentales para poder competir en un mercado cada vez más globalizado y competitivo.

Sin embargo, la clave del éxito de un nuevo producto o proyecto empresarial dependerá, en gran medida, de una nueva forma de pensar y actuar basada en un concepto esencial del proceso de innovación: La inteligencia competitiva.

Implementar el concepto de Inteligencia Competitiva (IC) significa ejecutar programas continuos de recogida, selección, procesamiento, análisis y distribución de la información que permitan a una empresa o entidad anticiparse a los cambios, adelantarse a las nuevas tendencias, identificar oportunidades de negocio y detectar amenazas.

Además, es una parte esencial del proceso de innovación porque contribuye a mejorar los procesos de toma de decisiones y orienta el desarrollo de productos y servicios estratégicos.

La IC ha experimentado una evolución significativa en los últimos años, que, a su vez, se ha reflejado en las diferentes versiones de la norma UNE 166.006, Gestión de la I+D+i: Sistema de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva.

En la primera versión de la norma (2006), solo se trataba el término de “Vigilancia Tecnológica”, centrándose en los avances tecnológicos y dejando de lado otros aspectos relevantes para las organizaciones.

Sin embargo, en la actualización del 2011, además de la "Vigilancia Tecnológica", se incluyó el término de “Inteligencia Competitiva”, teniendo en cuenta no solo la tecnología, sino todo lo relacionado con el ambiente de negocios, los competidores y la propia organización.

Actualmente se está trabajando en una nueva actualización de la norma, en la que se espera ver reflejada la evolución de la IC: Inteligencia en red, inteligencia colaborativa, Big Data, etc.

Asimismo, este año se celebra la séptima edición de la Conferencia VISIO, que se celebra cada dos años en la CAV, y que se trata de un encuentro internacional en el que se comparten y debaten aspectos relacionados con la Inteligencia Competitiva y la Vigilancia Tecnológica (IC/VT), se favorece el encuentro entre profesionales y se promueve su aplicación.

Una palanca para la innovación

Como ya hemos señalado, la IC está íntimamente vinculada a la innovación, un proceso que no solo es patrimonio de las empresas de gran envergadura, sino que debe implantarse en todo el tejido industrial. La gran mayoría de las empresas de nuestro entorno son pymes y micropymes, que necesitan apoyo para desarrollar programas de innovación, pero su tamaño no debe ser un freno al impulso de la innovación.

Con la evolución de la disponibilidad de la información, cada vez más organizaciones se interesan en el concepto de la IC, pero no es fácil integrarlo para que sea un proceso sistemático aplicado en el día a día.

IK4-TEKNIKER ofrece soluciones de acompañamiento en la gestión de la innovación centrados principalmente en las siguientes áreas:

Inteligencia Competitiva/Vigilancia Tecnológica

El centro tecnológico desarrolla sistemas que ayudan a definir y sistematizar el proceso de captura, análisis y uso de la información como soporte a la toma de decisiones dentro del proceso de innovación.

El objetivo principal es la obtención continua y el análisis sistemático de información relevante para la empresa.

En este sentido, IK4-TEKNIKER ofrece la implantación del proceso de IC a través de una herramienta tecnológica colaborativa denominada Knowit, que permite la obtención continua de información y su análisis sistemático.

La implantación en una empresa de esta plataforma requiere de su estrecha colaboración para asegurar el correcto funcionamiento y adaptación a cada organización.

Diagnóstico tecnológico

Con la misión de proporcionar una visión externa y definir acciones de mejora que permitan incrementar la competitividad, IK4-TEKNIKER realiza diagnósticos tecnológicos tanto a nivel de empresa como de territorio.

Por un lado, el diagnóstico con un enfoque de aplicación directa en las empresas trata de identificar necesidades, dar soporte en el proceso de innovación y activar planes de digitalización para obtener mayor competitividad, una mejora de los procesos e innovación en producto y servicio.

Por otro lado, con un enfoque de aplicación territorial, el objetivo es la realización de análisis sectoriales, mapas industriales, planes de competitividad territorial y otras actividades relacionadas con el desarrollo local.

En definitiva, la cultura de la innovación y la inteligencia competitiva deben convertirse en herramientas de dirección capaces de contribuir al éxito y al desarrollo de la empresa.