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El Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos avanza hacia su puesta en marcha

IK4-TEKNIKER tiene una participación destacada en este proyecto internacional

El equipamiento científico supone un gran reto tecnológico, ya que puede trabajar en condiciones extremas de vacío y temperatura, entre otras. Diseñar y fabricar estos equipos requiere un nivel tecnológico muy elevado y una gran especialización en ingeniería de precisión, entre otras disciplinas. La experiencia del centro tecnológico en materia de ultraprecisión le ha permitido posicionarse en los últimos años como proveedor de referencia para grandes instalaciones científicas internacionales como el LSST.

La construcción del Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (Large Synoptic Survey Telescope, LSST), que se prevé estará en marcha en 2020 en Cerro Pachón, en el desierto chileno de Atacama, sigue su curso.

Con un coste aproximado de 700 millones de dólares y fruto de una estrecha colaboración público-privada, trabajan conjuntamente en el proyecto un centenar de astrónomos, físicos e ingenieros para hacer realidad un equipamiento que permitirá dar un salto de gigante en el conocimiento del funcionamiento de los astros.

En colaboración con la ingeniería GHESA-Empresarios Agrupados que es la responsable de desarrollar la estructura principal del telescopio, IK4-TEKNIKER está llevando a cabo el diseño y desarrollo de los sistemas de control, seguridad, rotación de cables de la cámara y cubierta de protección de los espejos de esta gran instalación científica de vanguardia.

En este contexto, investigadores del centro tecnológico llevan tiempo trabajando en Avilés (Asturias) junto al equipo de Ghesa y Asturfeito para su montaje, ajuste, puesta en marcha y ejecución de las pruebas de validación.

Aunque el desarrollo se ha llevado a cabo en IK4-TEKNIKER, ahora es el momento de probarlo con la máquina y verificar que todo funciona correctamente.

El siguiente paso tendrá lugar en Chile. Investigadores de IK4-TEKNIKER se trasladarán durante varios meses al desierto de Atacama para participar en jornadas de formación con el objetivo de trasmitir todo el conocimiento sobre el funcionamiento y mantenimiento de estas partes concretas del telescopio a los operadores locales.

El LSST será un telescopio cuyo espejo tendrá 8,4 metros de diámetro (la anchura de una pista de tenis) y capacidad para examinar por completo el cielo visible. Para ello, contará con un equipamiento capaz de escanear el cielo cada 3 o 4 noches y ofrecer una imagen del tamaño 40 veces mayor al de una luna llena gracias a una cámara digital de 3.200 megapíxeles. El telescopio, que estará instalado a 2.700 metros de altitud, analizará las imágenes en tiempo real y tendrá capacidad para detectar cualquier variación significativa, desde explosiones de supernovas en otros puntos del Universo a asteroides que pudieran impactar contra la Tierra.


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