Entrevista

Digitalización de la industria, economía circular y sostenibilidad medioambiental, principales retos tecnológicos a los que se enfrenta Euskadi

ENTREVISTA

Rikardo Bueno, director de Basque Research and Technology Alliance (BRTA)

Basque Research and Technology Alliance (BRTA) es una alianza estratégica nacida para atender a los retos industriales de Euskadi y competir con las grandes corporaciones líderes internacionales en investigación y desarrollo de tecnología. Una gran apuesta para impulsar el ecosistema tecnológico de Euskadi, creada a través de un convenio de colaboración entre 16 centros tecnológicos y de investigación pertenecientes a la RVCTI, entre los que se incluye Tekniker, así como el Gobierno Vasco, las Diputaciones Forales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el Grupo SPRI. Su director, Rikardo Bueno, habla en esta entrevista sobre los principales retos tecnológicos e industriales a los que se enfrenta Euskadi.

BRTA acaba de aprobar su nuevo Plan Estratégico para el periodo 2020-2021. ¿Cuáles son sus principales líneas de actuación?

Nuestro nuevo Plan Estratégico identifica varias líneas de actuación prioritarias. Por un lado, se encuentra la actividad científico-tecnológica, un área para la que definiremos el marco de actuación a través de la elaboración de una Agenda de Investigación que dé respuesta a los retos socioeconómicos del territorio vinculados a la ciencia y la tecnología.

Asimismo, el plan prevé actuar en el ámbito del capital humano, mediante el desarrollo de un programa propio de formación, atracción y retención de talento y de la plena implantación de una carrera de investigación común para todos los CCTT y los CIC.

La transferencia de conocimiento es otro de los ejes estratégicos del plan y se articulará a través del lanzamiento de actividades orientadas a la valorización de los resultados de la investigación y del apoyo a la creación de nuevas empresas de base tecnológica. También mediante el impulso de actividades que favorezcan la actividad con las empresas.

Otro de los ámbitos de actuación es el relativo a la comunicación y el marketing donde se busca conseguir un posicionamiento a nivel internacional de la alianza para proyectar una imagen de país avanzado tecnológicamente que repercuta en el conjunto de nuestras empresas y, en consecuencia, en crecimiento sostenible y bienestar del conjunto de la sociedad.

Y en último lugar encontramos el área económico-financiera y el eje de soporte y servicios en la gestión de la I+D+i, diseñados para apoyar a los centros en la mejora de sus sistemas de gestión gracias a la identificación de buenas prácticas.

Todo esto con un único objetivo: poner el conocimiento científico-tecnológico de los centros de BRTA al servicio de la sociedad y del sector productivo de Euskadi, apostando por la excelencia y propiciando actividades colaborativas de alto impacto.

La actual situación de emergencia sanitaria tiene también impacto en la economía y la industria, ¿cuál es el papel de centros tecnológicos como Tekniker para elevar la competitividad del tejido empresarial vasco?

La contribución de los centros tecnológicos de la RVCTI está siendo crucial en este escenario tan complejo. Se trata de entidades centradas en la investigación y desarrollo de soluciones innovadoras para hacer frente a los retos de la industria, por lo que en esta crisis han puesto sus capacidades y su trayectoria al servicio de la sociedad para dar respuesta a un contexto marcado por la dificultad. Fundamentalmente, han trabajado en tres frentes diferenciados.

En primer lugar, han dado respuesta a la emergencia sanitaria mediante el desarrollo de soluciones para combatir la falta de equipos médicos y de protección.

En segundo término, han trabajado en el seguimiento y trazabilidad de la pandemia, proporcionando herramientas tecnológicas al tejido empresarial. En este campo, además, se ha podido comprobar el valor de la cooperación, ya que se ha tratado de proyectos conjuntos en los que colaboran varios centros de BRTA.

Finalmente, se han volcado en su misión principal, que es la de fortalecer el tejido empresarial e industrial local. Una de las consecuencias del escenario actual va a ser la creación de redes de producción más localizadas para la que será necesaria una mayor soberanía industrial. Los centros tecnológicos están contribuyendo a lograrlo mediante la transferencia de tecnología a las empresas y, en este contexto, Tekniker es un centro referente y su especialización en fabricación avanzada es aplicable de manera transversal a todos los sectores que necesitan fabricar y gestionar la producción de manera eficiente y sostenible.

¿Cuáles son los principales retos tecnológicos e industriales a los que se enfrenta Euskadi?

Euskadi se enfrenta a retos ligados a la digitalización de la industria, a la economía circular y a la sostenibilidad medioambiental. Para hacer frente a estos desafíos será imprescindible desarrollar tecnologías digitales avanzadas como la inteligencia artificial, el big data, la ciberseguridad o el blockchain, junto a tecnologías de economía circular como el ecodiseño o la producción limpia. Una vez desarrolladas será clave transferirlas al tejido industrial. Todo ello sin olvidar el corazón y la gran fortaleza de la industria vasca: las tecnologías de fabricación, un sector en el que Tekniker es referente y realiza una valiosa aportación.

¿Cuáles son las principales iniciativas que debería llevar a cabo el territorio para garantizar que sigue siendo un polo de alta innovación en Europa?

Debemos apostar por el desarrollo de proyectos transversales, que den respuesta a retos sociales e industriales y que integren tanto a empresas tractoras como a pymes. Estos proyectos deben estar en todo momento apoyados en el conocimiento de los centros tecnológicos y de investigación para generar ventajas competitivas globales. Para conseguirlo necesitamos aumentar la cooperación entre el tejido empresarial y los propios agentes de la RVCTI y seguir contando con el apoyo de nuestra administración pública para impulsar proyectos de país. Hay ámbitos concretos que se podrían ver muy favorecidos con este enfoque como la movilidad eléctrica, la economía circular o el envejecimiento saludable, por ejemplo.

También tendremos que reforzar la inversión en infraestructuras tecnológicas para el desarrollo de pruebas, ensayos, validación y escalado de tecnologías, que redunden en reducir el riesgo de la adopción de las mismas por parte de empresas y muy especialmente de las pymes. En este último campo Tekniker también está realizando una importante labor.