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IK4-TEKNIKER desarrolla un equipo para medir la fricción entre un recubrimiento anti-incrustante y el agua de mar. Este equipamiento permitirá al centro tecnológico avanzar en el diseño de recubrimientos más duraderos, eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

Los recubrimientos antifouling o anti-incrustantes son pinturas que evitan que los organismos marinos (fouling) se peguen en los cascos de los barcos. De esta manera, permiten reducir la fuerza de rozamiento entre el buque y el agua de mar, favorecen un menor consumo de carburante y minimizan las emisiones de CO₂.

En este contexto, IK4-TEKNIKER diseña y desarrolla un tribómetro llamado drag friction que evalúa los coeficientes de fricción de este tipo de recubrimientos.

El término drag friction define la fuerza de rozamiento que ejerce una superficie cuando se desliza por un fluido (puede ser agua o aire). Los materiales que trabajan en el mar están expuestos a condiciones muy severas de degradación debido a la alta presencia de sales y bacterias. Esta circunstancia multiplica la adhesión de microorganismos y, en consecuencia, la fricción que ejercen con el agua.

La solución desarrollada por el centro tecnológico examina la rugosidad generada en el casco de una embarcación y la energía disipada cuando esta se desliza en el mar con el objetivo de detectar los recubrimientos con los coeficientes de fricción más bajos.

Drag Friction es capaz de trabajar con diferentes fluidos y simular todo el rango de velocidades a las que se mueven los barcos. Se trata de un diseño abierto que permite al centro llevar a cabo ensayos adaptados a las condiciones requeridas por cada cliente. Además, aísla la influencia de las vibraciones del motor en las medidas de torque, mejorando las soluciones existentes actualmente.

Gracias a este equipamiento, IK4-TEKNIKER trabaja en el diseño de nuevos recubrimientos antifouling más duraderos, eficientes y respetuosos con el medio ambiente.